El Dream Trip!!!

Una de las partes más emocionantes de mi año en Estados Unidos, fue el famoso Dream Trip. Un mes lleno de ilusión, de sitios únicos, de lugares entrañables. Un viaje que nunca olvidaré.

No sé si se supone que esto va a ser una guía de experiencias para futuros viajeros o simplemente una parte más de mi diario. Pero lo que sé es que quería que esta experiencia apareciera en mi blog, y por tato en el libro que estoy a punto de acabar. Así que aunque hayan pasado ya prácticamente 2 años, quería dejar por escrito al menos algunas cosas, aunque de todo será imposible acordarse.

Dream Trip, primero empezaremos por el principio. La idea no estaba planeada, sino que surgió a raíz de que mi hermano no iba a poder pasar las navidades viajando conmigo, así que tuve que buscarme la vida para ver en qué invertir mis 3 semanas de navidades. Aunque también estaba la opción de volverme a España (que por un lado me apetecía por pasar las navidades con la familia), preferí buscar gente para hacer un viaje de verdad. Así que hablando por el grupo del Facebook, contacté con Geoffroy (que también quería hacer un viaje en navidades antes de volverse a Bélgica el 20 de enero) y con Axel (que partía de New York hacia París el 3 de enero).

Tuvimos que ir quedando unos cuantos días para comprar los billetes, y organizar todo. En primer lugar, era necesario saber dónde queríamos ir. New York venía impuesto por Axel, pues tenía que volar desde ahí. Y bien es cierto que a mí me hacía más ilusión la costa oeste. Así que empezamos planeando por ahí. Mirando qué ciudades eran más importantes y nos apetecían más.

Pronto trazamos el plan de la primera parte, desde Los Ángeles a New York (16/12/2011 al 03/01/2012), pero faltaba la segunda parte. Geoffroy tenía libre hasta el 20 de enero, que era cuando su avión desde Oklahoma City salía. Sin embargo, las clases para mí comenzaban el 9 de enero, así que no podía ir todas las ciudades que él iba a visitar. Pero, al final… me convenció, y la primera semana de clase ‘estuve fuera por motivos personales’. Y ahora mismo puedo decir que mereció la pena totalmente. Porque para lo que hicieron en clase esa primera semana… Lo único que empecé a trabajar una semana más tarde, que ya sabían desde que me contrataron que iba a ser así… por lo que no hubo ningún problema. Menos mal que no se lo comenté a papi, que sino, igual me quedo sin Chicago, jejej.

Pues lo dicho, el plan quedó establecido de la siguiente forma:

*Los Ángeles (Hollywood): 16/12/2011 – 19/12/2011 -> con visita a las playas: Santa Mónica, Venice…
*Las Vegas: 19/12/2011 – 23/12/2011 -> con visita al Grand Canyon y Hoover Dam
*Death Valley: 23/12/2011 – 24/12/2011 -> alquiler de coche para ir a San Francisco
*San Francisco: 24/12/2011 – 27/12/2011
*New York: 27/12/2011 – 04/01/2012
*Washington DC: 04/01/2012 – 07/01/2012
*Boston: 07/01/2012 – 11/01/2012
*Chicago: 11/01/2012 – 15/01/2012

Los nervios acechaban, uno no se podía concentrar en los exámenes, no me daba ninguna envidia la gente que se volvía a casa por navidad. Sabía que iba a ser una navidad diferente, una navidad especial, alejada de los míos, pero que iba a merecer la pena, 100% sure!

Y por fin llegó el ansiado 16 de Diciembre de 2011. Axel no quería p        erder el tiempo, y Geoffroy (Yef, de aquí en adelante) tenía examen esa misma mañana. Así que decidimos dividirnos. Y Axel se fue en un avión por la mañana para así ir alquilando el coche con el que nos íbamos a mover por Hollywood, y Yef y yo volamos por la tarde. El viaje hacía escala en Denver.

Hollywood (16/12/2011 – 19/12/2011)

Cuando llegamos a Los Ángeles, allí nos estaba esperando Axel, que ya tenía el coche listo, y se había recorrido un poco la ciudad. Se notaba calor, a pesar de que era pleno diciembre, era genial!

Eso de que Axel se había aprendido la ciudad, un poco relativo, gracias al GPS pudimos encontrar nuestro motel (Motel 6) en pleno Hollywood, nada mal para lo que buscábamos.

Una de las primeras anécdotas graciosas nos ocurrió ahí en el motel, cuando de repente abrimos la maleta y… se había abierto un gel, así que hubo que lavar parte de la ropa y la maleta entera!! Unas risas cayeron.

El tiempo fue genial. Y recuerdo que estábamos alojados en pleno Hollywood. Mejor imposible. Pudimos recorrer el Hollywood Boulevard, con todas sus estrellitas. Yo iba buscando la mía, pero seguro que estaba un poquito más arriba y no llegamos hasta allí.

Todavía sorprendidos de no haber visto las famosas letras del Hollywood, decidimos que lo mejor era coger el coche e investigar. No sabíamos en qué montaña estaba. Pero, tranquilos, que con la cantidad de propagandas y tours que se ofrecían, de allí no nos iríamos sin haberlo visto. Cada 20 metros del boulevard, tenías a un hombre ofertándote una furgoneta para poder visitar las playas y las famosas letras. Muy pesados! Que tenemos coche!

La calle también repleta de personajes famosos, para que te echaras una foto con ellos 😀

Muchas tiendas estrambóticas, cosas sin utilidad, cualquier cosa que se te ocurra fea y rara, ahí la podrías encontrar.

Pues lo dicho, cogimos el coche y recorrimos un poco más de Hollywood, en busca de la montaña perdida. El primero que la viera, PREMIO! Axel iba conduciendo, así que era un poco el caballito blanco. La disputa estaba entre Yef y yo. Yo creo que mi chillo de YO fue antes que el suyo, así que yo gané 😀

Efectivamente no era difícil de ver, pero había que ponerse en la perspectiva adecuada para ello.

Subimos una buena parte de la montaña, llena de casitas de famosos (estoy segura que eran famosos), decoradas de navidad, muy coloridas con las luces (ya había anochecido y se veía todo precioso).

Tras esto, tocaba un relax en un bonito bar ambientado, así que nos tomamos unas copitas muy ricas. En la cuenta, un bonito corazón pintó la camarera! Ajajjajaj.

Día siguiente, 18 de Diciembre, vamos a la playa calienta el sol! Cogemos el coche y nos vamos hacia la playa, muy fácil, solo hay que seguir todo recto hasta Santa Mónica. Por el camino, cruzamos por Beverly Hills! Ahí sí que habría famosos!

Un día genial, para estar en pleno diciembre, no está nada mal! Yo quiero vivir en una ciudad así, que no haga nunca frio 😀

Santa Mónica continúa con Venice, todo muy surfer, donde los niños más pequeños hacen un skate para quedarse flipando. De verdad, ver como niños enanos hacen esas maravillas es alucinante. Hay varios parques de skate, donde solo se ven maravillas, 😀

Por todo el paseo, gente haciendo malabarismos, bailes, de todo… como en las pelis americanas.

Bonitos recuerdos de los vigilantes de la playa, nos parecemos, verdad?

Es mi primera vez que toco el Pacífico por este lado… (la anterior había sido en Australia :P).

En que empieza a anochecer, volvemos a coger el coche, y nos acercamos a ‘Universal Studios’. Me hacía ilusión al menos verlo por fuera, porque evidentemente, no íbamos a perder un día ahí, el tiempo estaba contado.

Nos volvemos al hotel, esta noche, SALIMOS. Cenamos en el hotel, un grandísimo menú, donde las uvas no pueden faltar, hay que empezar a poner en contexto sobre la nochevieja, jeje.

Jugamos a los Smurfs, y luego nos vamos a la discoteca. No estuvo mal la noche.

Y ya, el último día, antes de volver al aeropuerto, ¿qué nos queda por hacer? ¿Todavía no lo sabéis? Está claro! Falta por ir a las LETRAS!!

Ya nos aprendemos el camino y decidimos ponernos en marcha. El tiempo no ha salido muy favorecedor, porque está como encubierto, aun así, no desesperamos!

Debe haber varias subidas para poder verlas, pero fuimos a la que nos recomendaron que era mejor. Se podía ver Los Ángeles desde allí, pero estaba bastante nublado, no tuvimos toda la suerte del mundo, pero al menos no nos llovió ni nada.

Y ya con esto, vuelta al aeropuerto, pero como íbamos con tiempo, pasamos por Los Ángeles, en busca del famoso teatro donde se coloca la alfombra roja (el Dorothy Chalendier Theater, sí, el de los Óscars). Buscamos y buscamos… y nos dimos cuenta hace unos pocos meses que habíamos pasado por delante de él como 5 veces y no sabíamos que era ese exactamente, oleeeee. Pero bueno, verlo lo vimos 😀

Dejamos el coche, y… vuelo a LAS VEGAS!

Las Vegas (19/12/2011 – 23/12/2011)

Las Vegas, esa ciudad que para mí no es una ciudad, sino una especie de parque de atracciones. Pues allí llegamos, a ese magnífico aeropuerto en el que desde el momento en que pisas suelo firme, ya puedes empezar a jugar a las máquinas de los casinos, es increíble.

Cogemos una especie de minibús que nos lleva a los 3 a nuestro hotel, esta vez, ‘Americas Best Value Inn Las Vegas’, que no estaba en la avenida principal, pero muy cerquita. Y sinceramente, baratísimo. Por 94USD estuvimos 4 noches los 3, así que echad cuentas. Era un motel, como prácticamente todo lo que buscamos, pero debe ser que en Las Vegas todos los hoteles son baratos, ya que esperan que te gastes el dinero en sus casinos.

Una vez instalados, nos vamos a dar una vuelta, estamos un poco cansados, y hoy no es día de jugar, jeje.

Nos recorremos gran parte de la avenida. Qué tiendas más divertidas :D. Tienda de los M&M, CocaCola… Son todo un mundo, que lo menos importante es lo que la marca realmente significa. Hay hasta teatros para niños en estas tiendas. Está perfectamente pensado para dejar al niño en la tienda y que los padres puedan ir a los casinos a dejarse el dinero.

Al día siguiente, 20 de Diciembre, nos levantamos pronto, muy pronto, y nos vamos a un hotel cerca donde nos venían a recoger los del tour. Teníamos contratado un tour de antemano, que nos incluía el Gran Cañón y el Hoover Dam.

La verdad que el tour estuvo muy bien, te paran en los lugares más importantes. La otra opción que barajamos fue el alquilar un coche, pero no sabes muy bien dónde pararte y necesitas mirártelo bien, porque son muchos km para poco tiempo. Así que a pesar de que con el bus no tienes el tiempo que quieres en cada sitio, ellos consideran lo más recomendable y te llevan y te traen, por lo que puedes descansar en el trayecto. No está mal pensado!

Nos hizo muy bien tiempo, y la verdad que los paisajes, increíbles. Merece la pena si o si ‘perder’ un día de Las Vegas en ir a ver esta maravilla. Además, debido al buen tiempo que tuvimos, pudimos ver tanto una parte soleada como otra completamente llena de nieve. Precioso!

Eso sí, bastante frío si te quedabas parado, así que por eso hubo que idear técnicas para no sentir el frío, como empezar a correr en el sitio, jeje. Los que ya me conocéis, ya sabéis a lo que me refiero.

Así que lo dicho, un MUST en toda regla!

El tour acababa de noche, y llegamos al hotel reventados, así que sin planear qué era lo que íbamos a hacer nos quedamos dormidos. O al menos yo, porque me desperté al cabo de un par de horas, desorientada, y vi a estos que estaban estableciendo tácticas como locos para jugar al Black Jack! Entre que estaba empanada, y que estaban hablando en francés… no veáis que desorientación. Pues a la media hora de esto, ya estábamos encaminándonos a los casinos. Mientras yo había estado durmiendo, ellos habían establecido la maniobra de actuación para hacerse millonarios.

Bueno, no fue así exactamente y la que acabó ganando algo fui yo! Pero claro está que yo no iba a jugar en una mesa, que eso es para grandes profesionales con dinero. Yo poco a poco, apuestas pequeñas, fui ganando algo de dinerillo 😀

No sé a qué hora nos volvimos a casa, y nadie lo sabe, porque como en los casinos no hay relojes… pues pierdes la noción del tiempo, y si yo ya estaba un poco que no sabía en qué día ni en qué hora estaba… lo que me faltaba!

En los casinos todo está a oscuras, sin relojes, para precisamente eso, perder la noción de qué hora es, y que siguas jugando y jugando. Además, hay camareros que pasan y te regalan bebidas con alcohol (así sigues jugando y jugando) o te hace grandes precios. Todo está pensado para que acabes sin saber qué haces ahí, pero que te enganches. Y es que sí que es verdad que cuando vas ganando, quieres seguir jugando más para ganar más. Pero cuando vas perdiendo, quieres seguir jugando para recuperar. Y ya de ahí no puedes salir… Tranquilos, tranquilos, que no perdí nada y tampoco me enganché… pero ya que estábamos allí, había que jugar.

El día siguiente fue un tanto extraño, nos levantamos tarde, y decidimos que queríamos salir de fiesta, así que nos pusimos nuestras mejores galas. Hasta los trajes, jajaj. Uyyy, como se manchen para New Year’s Eve…. Uyyyy. Quedamos con Amandine y su novio, que también estaban por allí. Pero no nos quisieron acompañar en nuestra noche. No saben lo que se perdieron. Encontramos un pub en el que había barra libre, pues para dentro!

Nos lo pasamos muy bien, pero tengo que decir que no son poco listos ni nada… Resulta que los baños estaban en el casino, ¿para qué? Pues para que con las copas que te habías echado de más, te pararas un momentín (o no un momentín y ya un rato más largo) a jugar. Ahí está la técnica de poner las barras libres baratas! Qué pájaros!

Pues ni idea de la hora de nuevo, pero llegamos con bastante sol a casa. Fue gracioso, que teníamos en la puerta mogollón de revistas, sin ningún tipo de sentido. Y es que además, éramos los únicos que teníamos toda esa retahíla de revistas. No le intentamos buscar ningún tipo de sentido, simplemente nos reímos, y punto. Bueno, nos estuvimos riendo bastantes días de ello, y luego ya empezamos a darle explicaciones sin sentido, pero a cual más graciosa.

Al día siguiente, 22 de Diciembre, y siendo que ya solo nos quedaba una noche, nos levantamos bien tarde.

Habíamos quedado con Cem, que también estaba en Las Vegas, él con su padre, y en un hotel… bastante majo!

Cem ya jugaba en mesas de verdad, donde se apostaban bastante dinero, uffff, qué valor! Estuvo muy bien verle, y además, para Axel era posiblemente el último día que se veían, pues ya Axel no volvía a Stillwater.

Estuvimos en prácticamente todos los hoteles/casinos, y la verdad es que están genial. Cada uno tiene sus cosas que gustan más o menos, todos con mucho lujo. Pero con lo que me quedé impresionadísima fue con las fuentes del Bellagio, una sincronización, una suavidad, PRECIOSO!

Al día siguiente ya nos despertamos y fuimos a alquilar el coche, pues esta vez lo que íbamos a hacer era ir a San Francisco, pasando una noche en el Death Valley. Nos despedimos de Las Vegas con una vuelta por la gran avenida,  😀

Death Valley (23/12/2011 – 24/12/2011)

  Pues lo dicho, salimos a media mañana, eran muchos km, más de 900km. Qué decir del viaje, pues si tienes tiempo, merece la pena ir en coche, porque ves paisajes únicos. De precio, si vas 3 o 4 personas, también sale a cuenta. Así que en nuestro caso, fue la elección acertada.

A mitad de camino más o menos teníamos reservado un hotel para pasar la noche, pues queríamos dividir el viaje en 2 partes para poder disfrutar del viaje y que no fuera solo la forma de llegar al destino.

Un aviso, cuidado con la velocidad a la que se conduce… Carreteras muy rectas, paisajes muy similares, y coches automáticos. La peor combinación para tener sensación de velocidad. No se controla bien cuánto de rápido vas, y además, al ser en otras unidades… el lio está garantizado y una multa puede ser factible!

En el motel que paramos, no se nos ocurre otra cosa que ver ‘Resacón en Las Vegas’, buena elección tras haber pasado los últimos 4 días en Las Vegas, jajaja.

Y ya con esto, seguimos el camino, por el Death Valley a San Francisco, haciendo una paradita en… en… Cupertino. Ya sabéis por qué, verdad? Por la manzanita claro que sí. Y es que Axel es el fan número 1 de Apple, así que era una visita obligatoria!

Y ya por la tarde noche llegamos a… SAN FRANCISCO!

San Francisco (24/12/2011 – 27/12/2011)

Una bonita sensación, llegar a San Francisco en Noche Buena. Por supuesto que ya había llamado a mi familia para desearles una feliz noche, y una buena partida de cartas.

Damos una vuelta con el coche, localizamos el Golden Gate, y ya localizamos nuestro hotel. Está en el centro, bien situado.

Una cosa característica de San Francisco es que casi todas las calles tienen gran pendiente, así que por ley hay que aparcar los coches con las ruedas delanteras giradas 45º para que así el coche no se vaya hacia abajo, y si no, multa, ya te avisan con muchísimos carteles. No teníamos ni idea, pero nada más bajarnos del coche ya vimos como todos los demás coches habían estacionado de esta forma, y además, había indicaciones para ello. Está bien pensado. Es la primera vez que me tocaba verlo, igual hay en más ciudades, pero si no vas con coche ni te enteras de que está así estipulado también.

Pues lo dicho, llegamos al hostal, y resulta que eran habitaciones compartidas para más gente, rollo mochilero. Nos dio un poco de inseguridad ya que Axel llevaba todas sus pertenencias (recuerdo que ya de New York se marchaba a París con todo). Así que pudimos cambiar a un hotel de la misma compañía con habitaciones individuales. Un buen cambio, porque de precio no se llevaba mucha diferencia, pero las condiciones, eran mejores.

Preparamos una gran cena, ya se puede ver! Nuestra bonita mesa, una maleta. A veces no importa el qué sino el con quién. Fue una Noche Buena diferente, pero no peor. Y también llegó Papá Noel!!!

Tras esta gran cena, nos fuimos a misa, a la misa del Gallo. Estuvimos buscando pero no encontramos ninguna de góspel para esta noche, así que fuimos a una francesa, que nos pillaba más o menos cerca de casa.

Después de misa, a casa, al día siguiente era Navidad, y yo quería ir a una misa góspel, sí o sí. Bueno, más o menos objetivo conseguido. Resulta que llegamos más o menos cuando acababa… así que en mi lista de tareas pendientes, cuando vuelva a San Francisco, iré a una misa Góspel! ANOTADO!

Visitamos Union Square, la plaza más importante de San Francisco, el barrio chino, alguna iglesia…

Prácticamente hacemos una visita de todo el centro de San Francisco, para acabar por la noche en una bonita cena de navidad.

Resulta que el hotel en el que estábamos, al igual que el hostal del que os he hablado que nos cambiamos, hacían una cena de navidad. Llevaban el rollo de hostel, en el que la gente va a pasar un par de días, conoces gente, vas de mochilero… Así que la cena era un poco en rollo conocer gente también. La gente se sentaba en mesas con gente, se levantaba a por comida, un poco de buffet por así decir. Lo pasamos bien!

Tras la cena, que no hace falta decir que cenamos de más (era buffet), nos fuimos a dar una vuelta, hasta llegar a ver el puente, desde un bonito y graaan parque. Una noche un tanto fresca para lo que veníamos acostumbrando, pero nada comparado con lo que nos esperaba.

Pues lo dicho, un día de Navidad distinto, sin la familia, sin el cordero de la abuela, pero bueno, nada mal, la verdad.

Y ya llegamos al día 26 de diciembre, 10 días después de haber empezado esta aventura. Día perfecto para coger el barquito que te lleva por debajo del Golden Gate y te da una vuelta por Alcatraz. El puente, grandísimo. Y luego también está bastante bien ver Alcatraz. Es gracioso además porque coincidió que la peli la echaban en los cines en esas épocas!

No lo he ido diciendo, pero en cada sitio emblemático, íbamos haciendo un baile, Ohhhh ohhhh sometimes, I got a feeling….. Y la coreografía un poco adecuada al O S U! En esta ocasión, por no cansar al que nos iba a grabar, decidimos que era mejor hacer una versión reducida! Pero ahí quedan nuestros videos graciosos para la historia 😀

Visitamos toda la parte que da a la costa, miles de gaviotas por todos los lados. Focas. San Francisco es precioso!

Mucho ambiente por las calles, animaciones… Además, tengo que decir, que para estar en diciembre, no me puedo quejar de la climatología.

Y como conclusión hasta la fecha, de estos 10 días, San Francisco es la ciudad más bonita del viaje. Como ya he dicho, Las Vegas no se puede considerar una ciudad, y Los Ángeles tampoco me dijo mucho (sí que como curiosidad, el tema de las playas, el paseo de las estrellas… pero me sigo quedando con San Francisco.)

Esa noche, la última noche en el hotel de San Francisco, quedamos con Amandine y su novio de nuevo. Parece que nos seguían, eh? Bueno, realmente luego se fueron a Miami, en vez de continuar por la costa del norte como nosotros.

Lo dicho, quedamos con ellos y estuvimos dando una vuelta por el centro.

El último día de San Francisco lo aprovechamos para ir de compras. Las temperaturas iban a cambiar drásticamente, así que íbamos a pasar de un otoño suave en la costa oeste, a un invierno duro en la costa este. Me equipé con gorro, ropa abriga, guantes… De todo!

El vuelo era de noche. Que vaya ignorante de mí. Yo feliz de que la diferencia de las horas entre la salida y la llegada era de 8 horas. 8 horas, una perfecta noche que iba a pasar en el avión, y descansada amanecería en New York. Pero… no me había fijado en que se cambiaba la hora, así que la noche pasó a ser de 5 horas, en las que pude mal dormir. Y yo sin dormir… qué mala espina me sale…

New York (28/12/2011 – 04/01/2012)

Pues lo dicho, sí que recuerdo como uno de los peores días del viaje este primero en New York. Estaba muy cansada. Se notaba ya el cansancio del viajero, más el no dormir. Muy mala combinación.

La parte buena de este día es que quedamos con Jarko! Él estaba en New York con unos amigos y se iba este mismo día, así que quedamos con él para comer. Y, ¿dónde comer mejor que en el bar de Oklahoma State? Está situado cerca de China Town, y Jarko nos propuso este sitio para que lo conociéramos y pudiéramos ir a ver el partido de fútbol que se disputaba unos días más tarde (y así lo hicimos).

Nos sentimos como en casa! Además, siempre uno de nosotros vestía algo de OSU, así que el naranja predominaba entre nosotros.

Debemos de agradecer enormemente a Jay que nos acogiera en su casa. Jay, amigo del Cerbuna, americano que vino hace unos cuantos años a vivir una experiencia en nuestro gran Mayor. Pues sí, muy atareado él, pero de verdad que nos salvó la vida. Imaginaos en New York, una semana y encima, en Nochevieja…

Aunque debido precisamente a eso, a todo lo atareado que estaba le fue difícil poder estar con nosotros casi nada, esa misma noche nos llevó a cenar a un sitio cercano de su casa (en Manhattan, por supuesto).

Os voy a contar una anécdota graciosa desde el punto de vista de dos años después, pero que no fue nada gracioso en su momento. Resulta que 2 días antes de ir a New York (estando en San Francisco) no sabíamos la dirección de Jay, no respondía al teléfono, y no contestaba a los mensajes. Fueron momentos de desesperación por mi parte, ya que era mi amigo y estos habían confiado en esa posibilidad. Pero puse una vela en una iglesia de San Francisco, y al rato, Jay me contestó con la dirección!! 😀 La verdad que luego entendimos que realmente estaba muy estresado con su trabajo y que no podía estar muy atento del teléfono.

Después de pasar la primera noche, ya descansados, todo se veía mucho mejor, era el momento de empezar a conocer la gran manzana! Comenzamos con la Gran Central Terminal. Donde como había Wi-Fi pasamos un gran rato. Además, había tienda de Apple, por lo que a Axel ya no había quién le moviera de ahí.

Visitamos la pista de patinaje sobre hielo del Rockefeller. Después de dar una vueltilla nos dirigimos a la 5ª Avenida, donde como no, entramos en la famosa tienda de Apple (24h abierta). Pero lo que más me gustó a mí fue la Fao-Schwartz, la tienda de juguetes más famosa del mundo. Allí está el famoso piano, pero había una fila tremenda y no teníamos tiempo para perder.

Por la 5ª están todas las tiendas más famosas, están todas muy bonitas de ver, pero supongo que a no ser que te haya tocado la lotería de Navidad, allí no hay quien compre nada. Y ya que estábamos en la 5ª, entramos en la catedral de St. Patricks.

Y tal y como me habían recomendad y así os recomiendo al resto, al anochecer, nos fuimos a Times Square. De verdad que esto es un MUST en toda regla: Visitar Times Square por primera vez de noche!

Y es que la luminosidad es algo especial, y merece la pena que te sorprenda tanto como a mí me sorprendió. Ya sabes dónde vas, pero hasta que no lo ves, no lo sientes. Nada más salir del metro, una gran sonrisa me inundó la cara. Puedo afirmar que me encanta Times Square. Creo recordar que todos los días pasé por allí, por algo será, no? Pero una cosa sí que hay que decir, y es que para los que se agobian con la gente, cuidadín, porque es uno de los sitios donde más gente hay por metro cuadrado!

Ya en este primer día en Times Square, me quedé con la cosilla del Musical del Rey León!

¿Y cómo concluimos la noche? Pues en el bar de ‘How I met your mother’ Tengo que decir que no se parece al de la serie, pero debe de ser famoso  porque allí se reúnen los más famosos a ver los nuevos capítulos. Y todo está lleno de fotos de la serie. Curioso al menos, no?

Al día siguiente, ya 30 de Diciembre, tocaba ir a ver la famosa Estatua de la Libertad. Me habían recomendado coger el ferry a Staten Island, que no merecía la pena perder el tiempo en ir hasta ella de propio, pues además de ser dineral, se pierde una mañana y verla desde debajo es peor. Así que cogimos el ferry, que cuesta como un billete de metro.

Nosotros acabamos por Staten Island, pensamos que ya que estábamos, por qué no visitarla. Pero he de decir que no merece la pena.

En cuanto a museos, nosotros no estuvimos en ninguno, no teníamos tiempo para ello, pero el Metropolitan Museum dicen que está muy bien, pero cuesta unas cuantas horas verlo, casi un día. También recomiendan el MoMA (Museum of Modern Art), que tampoco fuimos. Está en la 56 entre la 5ª y la 6ª (también conocida como Avenida de las Américas). En la colección permanente debe de estar el famoso cuadro de los relojes de Dalí, y también hay exposiciones de arte de vanguardia.

También recomiendo recorrer el puente de Brooklyn, las vistas que se pueden tener son fascinantes.

Y por fin llegó el ansiado día de noche vieja. No lo he comentado todavía pero estuvimos debatiendo qué sería mejor, pasar la noche en Times Square, resulta que se preparan conciertos y hay un ambientazo enorme. Y enorme significa excesivo. Tanto que si coges sitio, ya no te puedes mover en todo el día. La gente va por la mañana a coger sitio hasta la noche. No puedes salir ni a mear, ni a comer ni a nada. Así que aunque hubiera estado bien por la experiencia, en la mayoría de los comentarios que leímos, decían que era mejor irte a un cotillón. Así que eso hicimos.

Cogimos entradas para el AMC Theater, al lado de Times Square. Entradas ‘Top of the World’, VIP Access, lo que significaba que podíamos salir a la terraza para poder ver la bola caer 😀

La verdad que recomiendo la experiencia. No fue barato, pero el cotillón de Logroño tampoco lo es. Y estuvimos genial en el Teatro este. Buen ambiente, música agradable. Bastante fiesta. Y estaba bien organizado.

Pero empecemos por la noche, porque por supuesto llamé a mi familia, y hasta un video les mandé. Y por supuesto que en la cena, a las 12 h españolas tomamos las 12 uvas. Fue imposible poder encontrar un canal en el que las estuvieran retransmitiendo, pero ya hice yo de Ana Obregón y comenté la situación para poder comerlas a tiempo. Por supuesto que tuvimos una gran cena, jajaj

Pues sobre las 8 fuimos hacia la fiesta. No os podéis hacer ni idea de la gente que había en Times Square. No exagero. Todo vallado, muchísimos policías rodeando todo… y…. nuestra calle cortada.

Mis nervios se aceleraron, pensando que después de lo que nos había costado, igual no íbamos a poder entrar en el ‘cotillón’.

Gran idea, podríamos entrar por McDonals, cuya puerta trasera daba a nuestra calle. La cuestión, ¿estaría abierta la otra puerta?

Sí, tuvimos suerte, y a pesar de la cantidad de gente por todos los lados, pudimos llegar a nuestra fiesta a tiempo.

Lo dicho, lo pasamos bastante bien, nada que envidiar a los cotillones de España, y con el añadido especial de estar en Times Square, y ver una apertura de año de forma distinta a las uvas, con la bola!

Y así llegó el 2012! Solo hay que tener cuidado con Spiderman y con el Bronx, por lo demás, sin miedos.

Un día 1 de enero resacoso, pero con ganas de seguir conociendo la gran manzana. Por supuesto también hubo parada en Times Square, para comprobar qué tal había ido la recogida de la calle. Todo en orden.

A pesar de que mucha gente sube al Empire State Building, yo creo que es mejor subir al Rockefeller, puesto que así también puedes ver el Empire State. Y una cosa muy recomendable es subir al atardecer y esperar a que se haga de noche, para así poder aprovechar a ver las dos vistas, día y noche. Ni sé la de tiempo que estuvimos ahí arriba.

Hay un puestecito justo delante del Rockefeller para comprar los tickets, y normalmente con ir un día antes es suficiente para comprarlos.

Otra de las cosas que merece la pena ver es el Memorial del 11S. Para esto hay que reservar por internet unos cuantos días de antes, y es gratis. Un lugar emblemático y sentimental, en el que puedes leer historias reales de familias. Sí, un tanto triste, la verdad.

Por supuesto que tampoco te puedes perder Central Park, ese enorme parque que siempre sale en las pelis. Muy bonito! Si algún día vivo en New York, saldré a correr todos los días por Central Park 😛

Aunque no estuvimos, también he leído que si tienes tiempo, está bien visitar Harlem. Y así de paso si hay suerte, hasta encuentres una misa Gospel!

Y el último día en New York, como no podía faltar, fuimos a ver un Musical. Hay muchísimos.

Yo tenía la ilusión de ver el Rey León, pero la verdad es que quedaban sitios malísimos y carísimos, así que aunque me quedé con la cosilla de no verlo, decidimos ver Mary Popins. Estuvo muy bien, muy entretenido.

Y ya me he quitado el gusanillo y he podido ver el famoso Rey León en Londres, así que no me salió nada mal la jugada.

Con esto se cerró nuestra estancia en New York, y quisiera aprovechar para dar las gracias mil y una veces a Jay.

Añadiré también que aunque parezca un tópico, sinceramente yo tengo que decir que aunque pensaba que esta ciudad no iba a ser para tanto, que es la típica que todo el mundo te dice que genial…yo iba pensando que no era para tanto, y ahora puedo decir que new York tiene un encanto especial. Se lleva un 10.

Si ya adelanté que el primer día en New York fue uno de mis peores días, tengo que decir que creo que el día en que nos íbamos fue el segundo peor. Hacía muchísimo frío y tuvimos que estar esperando un autobús en la calle, durante más de media hora. Corría muchísimo viento, se estaba fatal. Este viaje lo hicimos en bus, y es que era el medio más barato (unos 20 dólares creo recordar), hay muchísimos horarios, y son sólo unas 3 horas de viaje.

Washington DC (04/01/2012 – 07/01/2012)

     Washington DC fue toda una experiencia. Resulta que hablamos con el director de la Wesley Fundation de Stillwater (donde íbamos a cenar los martes por 1€), y le comentamos nuestro viaje. Así que él nos dijo que conocía a unos amigos que vivían allí, que nos podía poner en contacto para ver si podríamos alojarnos con ellos. Y efectivamente, así fue.

Una pareja de hombres de unos 50 años, que nos trataron como si fuéramos sus nietos. Genial! Una experiencia única. Vivían en el estado de Victoria, cerca de Washington, pero tenían que llevarnos y recogernos todos los días hasta la primera parada de bus o metro. Pero Joe encantadísimo lo hacía.

El primer día llegamos a la estación y Joe vino a buscarnos. Primera impresión genial. Este hombre es la caña. Nos llevó a su casa, y allí estaba su novio. Nos prepararon una cena, con todo cosas para picar, y estuvimos conociéndoles. Eran unos amantes del vino, y me sorprendió muchísimo que en su despensa tenían cajas de VINO RIOJA! Claro que sí! Un buen amante del vino, debe conocer nuestros vinos!

Lo bueno de estar con ellos era que nos decían que debíamos ver y qué no merecía tanto la pena. Como teníamos pocos días nos recomendaron coger el Hop-on Hop-off para así poder visitar los sitios más emblemáticos con facilidad, y de precio no estaba mal, porque si no hubiéramos tenido que ir en buses urbanos. Eran 3 líneas distintas que recorrían en círculos diferentes zonas de la ciudad. Además, la oferta del momento era 3días por 1, pero solo íbamos a estar 2… La picardía nos vino bien en esta ocasión.

A la mañana siguiente, Joe nos había preparado un gran desayuno… si es que, de verdad, como nuestro abuelico. Nos llevó al Cementerio Nacional de Arlington, que es un cementerio militar que se estableció durante la Guerra de Sucesión americana. De ahí pasamos al Monumento a Linkon, que estaba alado, y desde donde ya podríamos coger nuestro bus para recorrer la ciudad. También alado, el Monumento a Washington.

Con el bus llegamos a la Catedral de Washington, que está al norte de la ciudad, y desde allí volvemos a coger el bus para acercarnos a la ribera del río, donde también visitamos el Memorial de Martin Luther King y Vietnamita.

Nos salió un día perfecto, así que pudimos disfrutar de un bonito paseo por el río.

Vimos otros cuantos Memoriales, y es que esta ciudad tiene un montón de ellos.

Y tras esto, quedada con Joe, pues iban a ir a la inauguración de una galería de cuadros con unos amigos y querían que fuéramos con ellos. Así que como si nos conociéramos de toda la vida, fuimos a la inauguración, donde también había para picar, vino…

Tras esto, nos llevaron a cenar a un restaurante con sus amigos. Fue entretenido, una experiencia única como ya he dicho.

Y al día siguiente había que visitar todo el resto de cosas que no nos había dado tiempo! Así que madrugamos, y vaya sorpresa! Habían venido los Reyes magos hasta Washington! 😀

Visitamos Union Station. Y de ahí fuimos a la Casa Blanca, que sinceramente yo me la imaginaba más grande. No me la esperaba así.

El día salió genial, y el paseo por el National Mall fue precioso. Entramos en algunos de los museos, los que más nos interesaban, porque para entrar en todos hubiéramos necesitado más días. Pero como en la calle se estaba genial, la visita externa fue muy motivante.

El paseo llega hasta el Capitol, y de ahí fuimos a la Biblioteca del Congreso, que se puede visitar y tardas un ratillo si realmente lo recorres entero.

La verdad que me gustó bastante todo lo que vimos, no se trata d una ciudad típica y por eso hay tantas cosas para visitar y están muy próximas unas de otras.

Por la noche teníamos una cena de despedida, en un restaurante que Joe y su novio escogieron. Me hicieron a mí elegir el vino, jajaja, con todo lo que yo entiendo, no?

Pues de nuevo, darles las gracias por habernos acogido de esta gran forma, cuidándonos como propios nietos, y por habernos guiado en la visita, ya que el tiempo que teníamos era limitado.

Yo creo que una vez que vas a New York, merece la pena visitar Washington porque lo ves en pocos días (2 en nuestro caso) y está cerca, con lo que se puede ir en bus, como hicimos nosotros.

Boston (07/01/2012 – 11/01/2012)

  A Boston llegamos en avión, aunque también estaba la opción de bus, pero eran demasiadas horas. Sin embargo, desde New York sí que está más cerca y se puede ir en bus, así que para aquellos que vayan a New York, tienen que decidir (dependiendo de los días que se tenga) si Boston o Washington, aunque también se podría ir a ambos.

Una vez instalados en el hotel (‘40 Berkeley’), salimos a dar una vuelta, y no se me ocurrió otra cosa que ya que eral el tercer día del Hop-on Hop-off que habíamos comprado en Washington, ¿por qué no probar a ver si funciona en Boston? Porque eran de la misma compañía, así que, por intentarlo no perdíamos nada. Y evidentemente funcionó, no sé si es porque se podía o porque no se dieron cuenta de que el ticket era de otra ciudad. Sea por lo que fuere, nos salió bien la jugada.

El frío se volvía a notar. Después del buen clima que habíamos tenido en Washington, volvíamos al frío (aunque todavía faltaba lo peor).

Lo que me hacía más ilusión era el ir recorrer la Freedom Trail, una línea roja pintada en el suelo que te va llevando por los monumentos históricos de Boston. Yef había comprado una guía de Boston, así que teníamos la visita turística perfectamente planteada. Íbamos viendo cada monumento interesante y leíamos un poco de aquello que nos llamaba más la atención.

Ya que estás en Boston, hay que ir al bar Cheers, donde la comedia del mismo nombre se ambientaba. En este bar, los protagonistas se reunían para beber y divertirse. Es curioso.

Como el viaje estaba llegando a su final, estuvimos buscando desesperadamente una misa de Góspel, pero no hubo éxito a pesar de buscar en Internet y recorrernos Boston. Ya de paso pudimos entrar en un bar de shiha, que nos hacía ilusión. Y también vimos por fuera el estadio de los Boston Red Sox

Y por supuesto que no nos podíamos dejar de visitar ni Harvard ni el MIT, donde entramos en el museo. Cosas muy curiosas, como en un museo de ciencia, básicamente.

La verdad que Boston sí que está bien para visitar, me gustó bastante. Aunque eso que digo del frío hizo que ya hubiera que empezar a aprovechar los Starbucks y los Dunkin Donuts para calentar un poco. Eran parte fundamental de nuestra dieta. Café calentito para calentarse por dentro, pero también para las manos. Había veces que me apetecía más el calentar las manos que beber café.

Pero bueno, aun con todo, tuvimos bastante suerte, ni llovió ni nada, y casi todos los días nos salió un sol radiante 😀

Chicago (11/01/2012 – 15/01/2012)

    Y la última ciudad de este apasionante viaje fue Chicago, una gran ciudad pero en la que el frío no nos dejó disfrutarla como se merecía. Llegó a nevar un par de días, y no íbamos preparados para ello, así que hubo que hacer inventos caseros para combatir el frío. Así que por ejemplo, iba con 2 pantalones, más 3 camisetas, más vestido de lana… En los pies llevaba bolsas de plástico para que no entrara agua. Cada ‘x’ parábamos a tomar cafés calientes que también nos protegieran las manos…

Y bueno, lo peor fue que nevó, y mucho, así que si había grandes capas de nieve, era un tanto difícil hacer turismo. Así que por este motivo es por el cual me llevo ese sabor de boca de que quiero volver a Chicago en verano! Nada de visitas en invierno.

Una de las cosas más curiosas que nos tocó fue que los buses estaban interrumpidos, y algunos semáforos funcionaban como querían. Seguimos caminando, pasando alado de la uni, hasta que de repente vemos a una gran cantidad de gente en un edificio. No lo entendíamos, hasta que de repente una mujer grita, ohhh dios mío, el presidente está aquí. Pues lo dicho, Obama estaba en Chicago, y por eso estaba todo paralizado.

Y al cabo de un buen rato, que nosotros ya nos habíamos ido hacia el Grant Park, empiezan a pasar coches y coches y coches oficiales. Muchísimos, es que no puedo dar una cifra porque eran muchos. Y pasó uno especial en el que iba Obama!

Al día siguiente nos despertamos, y TODO BLANQUITO. Muy bonito, pero realmente era un bajón para la visita. Aprovechamos y quedamos con Alejandra la mexicana para cenar. Ella estaba allí el segundo semestre del curso trabajando precisamente para la campaña de Obama, así que llevaba todavía poco tiempo en Chicago, pero algo ya había aprendido, y es que las pizzas de Chicago son especiales.

Nos llevó al famoso Giordano’s, y es que las pizzas son tan especiales porque las masas son gordísimas debido a que van como rellenas. Llenan un montón! Tras esto, nos fuimos los tres al cine.

También aprovechamos e hicimos parte del turismo en el metro que va por la ciudad, y así no nos helábamos de frío.

Otra de las anécdotas es que con la picardía se llega a Roma. Resulta que teníamos buffet de desayuno en el hotel (Chicago Parthenon Hostel), y decidimos preguntarle al hombre que allí estaba si podíamos cogernos un par de manzanas para luego, y cogió y nos dio todas las que tenía! Oleeee, que yo las devoré!

En general, las situaciones de los sitios en los que nos alejamos fueron estupendas, y salió todo según lo previsto. Para ser un viaje tan largo, con tantos sitios de por medio y preparado única y exclusivamente por nosotros, salió todo estupendo. No perdimos ningún avión ni bus ni nada, no nos perdieron ninguna maleta, todo perfecto.

Aunque en Chicago nos pensamos que igual teníamos problemas para regresar a Stillwater, porque visto la cantidad de nieve que había, igual ni podían despegar los aviones, o la visibilidad quedaba reducida… Pero todo perfecto!

Y con esto termina este gran viaje Dream Trip, que desde luego nunca podré olvidar, que seguramente será uno de los mejores viajes de mi vida y que agradezco a mis padres el habérmelo permitido, a la gente que nos ayudó con el alojamiento y a los acompañantes de batallas, que sin ellos, no hubiera sido un viaje tan chulo!

Ójala haya algún día una segunda parte 😀